La salud financiera tiene que ver con el estado y estabilidad de tus finanzas personales y el uso de tus recursos económicos en base a tus necesidades para enfrentar gastos corrientes, gastos inesperados y generar un ahorro a futuro.
Una buena salud financiera te permitirá entre otras cosas tener acceso a créditos o un préstamos hipotecarios
Las 4 patas de la salud financiera
La salud financiera se sostiene en cuatro pilares principales que se conectan entre sí:
- Gastos diarios (gastos necesarios que se repiten periódicamente,)
- Planificación financiera
- Ahorro
- Control de la deuda que tenemos
Gastos diarios
Se trata de desembolsos imprescindibles que ocurren de manera regular, permitiendo prever con anticipación las fechas y montos a pagar.
Dentro de este grupo se incluyen costos relacionados con el hogar, la formación, las pólizas de seguro, los tributos y los créditos, entre otros. Generalmente, estos pagos requieren puntualidad y el incumplimiento puede resultar en sanciones, incrementando así la deuda existente.
¿Para qué sirve la salud financiera?
Tener una buena salud financiera te brinda muchos beneficios, por ejemplo:
- Facilita la definición de objetivos a largo plazo.
- Proporciona la adaptabilidad necesaria para manejar diversas circunstancias.
- Ofrece seguridad en el manejo de tus recursos económicos.
- Habilita la creación de fuentes de ingreso adicionales mediante inversiones, el inicio de tu propia empresa o la ampliación de capital en una existente.
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Indicadores para medir el estado de tus finanzas
Considera hacer una tabla como la que se muestra a continuación para que sea más fácil calificar tu salud financiera:
Tienes una buena salud financiera si:
Hay un equilibrio entre tus ganancias y gastos. | |
Pagas a tiempo tus facturas y gastos fijos. | |
Puedes ahorrar a largo plazo. | |
Tus deudas son sostenibles y no generas intereses adicionales. | |
Tienes un buen historial crediticio. | |
Tienes la capacidad de pago suficiente para contratar un seguro. |
Si seleccionaste 4 o más campos, es posible que tengas una buena salud financiera.
Tienes una mala salud financiera si:
Gastas más de lo que ganas. | |
No puedes pagar a tiempo tus cuentas. | |
No puedes ahorrar a largo plazo. | |
Tus deudas son sostenibles y no generas intereses adicionales. | |
Tienes una deuda insostenible. | |
Tienes un mal historial crediticio. | |
No tienes la liquidez para contratar un seguro. |
Si seleccionaste 4 o más campos, puede ser que tu salud financiera no sea muy buena, pero puedes mejorar tus hábitos llevando a cabo las siguientes acciones:
- Haz compras si realmente necesitas ese producto o servicio y en caso afirmativo busca el mejor precio o considera o si te conviene pagarlo a meses sin intereses.
- Considera tener ingresos extras comenzando un pequeño negocio o invirtiendo en Fondos de Inversión.
- Reduce tus deudas liquidando en su totalidad aquellas que te generen más intereses.
- Mucho cuidado con el uso tu tarjeta de crédito, procura que tus compras con esta herramienta no superen el 30% de tus ingresos.
- Establece objetivos financieros a corto, mediano y largo plazo. Conforme alcances una meta, puedes marcar una nueva para mantener tu motivación.
- Elabora un presupuesto mensual y síguelo
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